La Corporación La Caleta, entidad socia de RIOD, desde el año pasado 2017 comenzó a desarrollar un proyecto financiado por el gobierno que tiene la finalidad de atender a niños, niñas y jóvenes hasta los 18 años y a sus familias, que tienen una persona “significativa condenada y en prisión”. Mayoritariamente es el hombre, aunque hay mujeres pero menos.
En la actualidad desarrollan tres proyectos en Santiago y dos proyectos en el sur de Chile; la cobertura de estos proyectos es de alrededor de 200 familias y un número de 400 niños y niñas, adolescentes y jóvenes.
La causal de la condena, en un porcentaje importante, tiene que ver con tráfico de drogas, microtráfico y otros hechos delictuales. Es un proceso nuevo para La Caleta, intentando no solamente quedarse en la atención individualizada de las mujeres y/o de los niños y niñas, que es lo que pretende el programa, siendo prioritariamente asistencial (acceso a prestaciones sociales), sino que el objetivo es un trabajo de empoderamiento de las familias, fortaleciendo la participación y el protagonismo de los niños y niñas como sujetos sociales.
Es la tensión entre lo asistencial y la promoción de derechos de familias que ha sido vulnerada por años en contextos de desigualdad y pobreza.
En la actualidad están en proceso de sistematización de la primera experiencia y diagnosticando la implicancia de las drogas en estas familias, para proponer procesos preventivos en niños, niñas y jóvenes.
El valor de este trabajo, promovido desde los gobiernos, es la visibilidad y el acercamiento de prestaciones sociales a través de los equipos de profesionales que visitan a las familias, desarrollando redes y conexiones con el sistema de salud, educación y otros. Las dificultades están concentradas en los niveles de pobreza, la precariedad de las zonas donde viven y, por supuesto, por ser parte de una cultura de exclusión que le da otra práctica y mirada a la vida.